¡Aquí vive la herencia cubana!
Si amas a Cuba, este es tu espacio ideal. En nuestro sitio hallarás muchísimas razones para adorarla. Cuba recorre el mundo por dentro, desde hace varias décadas. Anda sembrando su huella, esparciendo día a día su esencia por el universo.
Si hablas de Cuba y de sus relaciones con otros países, se aglomeran en ti una serie de encontrados simbolismos e historias paralelas y opuestas entre el contacto directo, pueblo a pueblo, originado por los constantes procesos migratorios y las relaciones gubernamentales, de un marcado carácter oficialista-político –sin que el intercambio entre los cubanos y los demás pueblos del mundo deje de tener su halo político. Las relaciones de Cuba con otros pueblos han transitado las mismas etapas que la historia nacional. Hay un antes de 1959 y un después, hasta nuestros días en que el Poder Ejecutivo, el Estado guiado por el Partido Comunista de Cuba, determina todo lo concerniente a las relaciones diplomáticas y comerciales internacionales, así como a los intercambios culturales, deportivos, educacionales, científicos, etc.
Otra mirada es desde el proceso migratorio, pues las oleadas de emigrantes cubanos diseminadas por todo el mundo han propiciado un intercambio sociocultural pueblo a pueblo en un proceso de transculturación en el que los cubanos han mantenido su identidad cultural expresada en sus tradiciones y costumbres. Como buenos emprendedores, han fundado empresas que son eco de su herencia. Con los carteles alegóricos a la bandera cubana, a los nombres de provincias y pueblos y hasta gentilicios, identifican sus negocios y transmiten una imagen, una marca-país por todo el mundo. Las ambientaciones de interiores y exteriores de las pequeñas y medianas empresas, cubanizados, son trasmisores de nuestra cultura, en las sociedades a las que han emigrado los cubanos y quedado insertados socialmente.
Hablar de la diáspora cubana por el mundo y su impronta no puede limitarse a cifras que el tiempo y los cambios políticos por venir pueden borrar o, al menos, desactualizar. Preferimos no apegarnos a las estadísticas temporarias, pero lo que sí es innegable es que más del 80 por ciento de los emigrantes cubanos tienen un destino histórico: Estados Unidos; y el segundo destino en importancia es España. Y también es evidente que las causales del éxodo migratorio cubano han transitado de un eminente y agudo carácter político, desde 1959, a un carácter más socioeconómico en las últimas décadas del siglo XX y en el XXI. Al inicio, el éxodo estuvo asociado a las expropiaciones de bienes privados y de tradiciones, de identidades, y a las dolorosas rupturas familiares, tras el declarado carácter socialista del nuevo sistema político y por el control absoluto del Estado sobre los destinos y la vida privada de los seres humanos, provocando el comienzo de una emigración constante, jamás detenida. Con las décadas transcurridas y la permanente crisis económico, social y familiar, la emigración comenzó a adquirir una connotación más económica que política, tras la búsqueda de una digna calidad de vida.
Las relaciones de Cuba, como país, con los demás Estados del mundo y las Organizaciones Internacionales, han sido fraternales u hostiles en dependencia de los intereses del sistema político imperante. Las relaciones de los cubanos con los pueblos del mundo, desde un enfoque antropológico, llevan en su esencia un hondo sentido de solidaridad, fraternidad, intercambio cultural y comercial, en un da´ca como escribiera el insigne antropólogo cubano, Fernando Ortiz. Esparcimos nuestro polen de mariposas por cada espacio por donde andamos, donde plantamos nuestra huella, donde regamos decires, humorismo criollo, amores apasionados, cantares y bailes de esta cultura ¡Taaaan nuestra!
Has llegado al sitio sobre la herencia cubana andante por el tiempo y por el mundo. Nos proyectamos más allá de las posiciones divergentes y de fuerzas opuestas, del bien y del mal,de los límites entre las luces y las sombras. Nos erigimos sin obviar los rencores que duelen, pero sobreponiéndonos a ellos, pues los antagonismos extremistas devienen cercenadores de la luminosa creatividad cubana, rasgo distintivo de las relaciones de cualquier naturaleza entre Cuba y los cubanos con los demás pueblos en todos los continentes, de la autenticidad de sabor cubano en cada barrio del universo.