Sin duda el personaje más venerado en la joven historia de Cuba es nuestro apóstol, José Martí. La leyenda de este revolucionario acrecentada por su heroica muerte -acaecida el 19 de Mayo de 1895 cuando lideraba el grupo de subversivos que suspiraban por la independencia de la isla contra el dominio español- le convertiría en mártir, truncando una carrera política destinada a liderar los designios de la soñada república que no vería nacer. De padres españoles, Martí vivió su infancia en España -a donde regresaría para cumplir con el forzoso exilio al que fue condenado, y, posteriormente, estudiar Derecho-. Desde muy joven mostró su inquietud y energía: con tan solo 16 años fundaría su primer periódico en Cuba. Su compromiso social y político, junto a sus ansias y determinación por la liberación de Cuba del yugo español, le llevarían a la cárcel y al exilio. Vivió 14 años en Estados Unidos donde se haría célebre por sus artículos y oratoria, ganando a la opinión pública norteamericana para la causa independentista cubana. Pero su ideario revolucionario no contemplaba otra salida más que la descolonización de la isla y su independencia absoluta del coloso americano, “conozco al monstruo”, escribiría en uno de sus artículos, “porque he vivido en su cubil, y mi única arma es la honda de David”. Su relación con Estados Unidos siempre fue ambigua: despreciaba el culto por el dinero y la alianza entre banqueros y políticos; aunque sentía admiración por la asombrosa aventura del país en su búsqueda de la democracia. Con su muerte, Cuba perdía el más carismático líder rebelde y el intelectual que inspiraría la lucha final por la independencia. Desaparecido el hombre, nacería el mito: el padre de la patria cubana.

TOMÁS ESTRADA PALMA

tomas estrada palmaLa independencia de la Isla dio paso al nacimiento de la República de Cuba en 1902. Su primer presidente fue un antiguo maestro de escuela, Tomás Estrada Palma. Hombre complaciente y altruista, su presidencia se vio favorecida por el creciente interés del capital americano en invertir en la isla, que se traduciría en un rápido crecimiento económico. Al calor de la expansión llegaron multitud de emigrantes de España atraídos por los generosos sueldos y las muchas oportunidades laborales. La Constitución de 1902, elaborada con premura y bajo la supervisión de Estados Unidos, en teoría modélica en su redacción, resultaría, en la práctica, desastrosa. La elecciones al Congreso en 1904 fueron una clara demostración del grado de corrupción de la clase política que tan solo buscaba el beneficio y las prebendas. El presunto fraude en los comicios presidenciales de finales del año siguiente -donde volvió a ser elegido Estrada- aumentó la polarización de una sociedad irremediablemente fracturada. Solo la constante amenaza americana (la enmienda Platt, aprobada por el congreso americano y ratificada por el cubano, daba al gobierno americano la potestad de intervenir en la Isla) frenó le pretendida revuelta de la oposición política que clamaba la anulación de las elecciones. El 28 de septiembre de 1906, Estrada Palma presentaba la dimisión. Al día siguiente, 2000 marines norteamericanos desembarcaban en La Habana. Estados Unidos tomaba el control del país.

JOSÉ MIGUEL GÓMEZ

jose miguel gomezTranscurridos los tres años de control norteamericano, en 1909 llegó al poder José Miguel Gómez. Tipo simpático, de buena planta, tolerante y amante de la buena vida. Cuando se hizo con las riendas del gobierno, sus ingresos apenas le llegaban para sobrevivir. Abandonaría la presidencia millonario. Con el mandato de Gómez, apodado el tiburón, se generaliza la corrupción. Aparecen “las botellas”, puestos que se otorgaban a los políticos por los que cobraban sin hacer nada. Esta práctica se extendería durante décadas. Uno de los más sonados escándalos para beneficio de Gómez y sus colaboradores fue la Compañía de los Puertos. Ante la necesidad de dragar los puertos cubanos, amigos del presidente crearon una sociedad para llevar a cabo el proyecto. Contrataron los servicios de la Houston Contracting Company, presidida por el coronel Tillinghurst H. Houston (posteriormente socio propietario del equipo de los Yankees de Nueva York). La magnitud del escándalo fue tal que el sucesor de Gómez anuló el proyecto, a consecuencia de ello, el gobierno de Cuba tuvo que pagar indemnizaciones millonarias a los accionistas que habían comprado los bonos emitidos por la Compañía. El presidente Gómez reimplantó dos de las más arraigadas tradiciones de la sociedad cubana: la pelea de gallos y la lotería.

MARIO GARCIA MENOCAL

220px-PresidentMenocal-CubaMario García Menocal alcanzó la presidencia de Cuba en 1913. Su mandato se vio beneficiado por un incremento sustancial de la producción y venta de azúcar debido a la Primera Guerra Mundial. Puso en marcha medidas para acabar con la corrupción y sobornos que habían salpicado a su predecesor. Implantó el seguro obligatorio de los trabajadores y la paridad del dólar y el peso. La honestidad que había predicado al principio, pronto desparecería. Quiso hacer fortuna rápida y para ello diseñó proyectos de obras públicas que en muchos casos eran ciencia ficción, pero le servían de excusa para comprar voluntades y engordar su cuenta personal. En las elecciones de noviembre de 1916, los resultados indicaban una derrota de Menocal; horrorizado ante la idea de perder, puso en marcha una fraudulenta operación que le aseguraría la victoria. La protesta de la oposición liberal no prosperó, El gobierno norteamericano siempre le consideró hombre de confianza e impidió todo intento de sublevación del grupo liberal. Los últimos años gobernó de forma dictatorial, dilapidando la riqueza del país que se había acrecentado con la guerra.

ALFREDO ZAYAS

alfredo-zayas-600x310El candidato de Menocal a las elecciones de 1920, Alfredo Zayas, se impuso al tiburón Gómez, aunque las sospechas de fraude fueron tan evidentes como en los comicios anteriores. Las irregularidades electorales junto a la grave crisis financiera levantaron la inquietud en Estados Unidos, que impuso estrictas condiciones al nuevo gobierno para conseguir crédito de los bancos americanos. Pero no eran los únicos problemas a los que se enfrentaba el presidente; surgía en la universidad un movimiento que se empezó a manifestar violentamente contra la incompetencia y corrupción de muchos profesores, y por extensión del gobierno. Animados por esta corriente de protestas del cada vez más poderoso e impredecible sindicato universitario, los veteranos y patriotas se movilizaron contra el gobierno corrupto. La revolución parecía estar cada vez más cerca. Ajeno a las manifestaciones de sublevación, Zayas se dedicaba a amasar riqueza. La velada amenaza de la intervención norteamericana, siempre presente, frenaría los impulsos revolucionarios. El presidente, consciente que su propio partido apostaba por la vuelta de Menocal en las siguientes elecciones, fue acercando posturas con los liberales y en concreto con el popular general Machado.

GERARDO MACHADO

Machado-cover-3De joven había sido cuatrero, robando ganado junto a su padre antes de la guerra de independencia. Con 25 años ascendió a general del ejército cubano. Gerardo Machado ocuparía la presidencia de Cuba desde 1925 hasta la revolución de 1933. De aspecto vigoroso, simpático y buen negociante supo ganarse la confianza de los americanos y de la clase política cubana. En agosto de 1925 se fundaba el partido comunista cubano que iba a ser pieza clave en las luchas por el poder en los años venideros. Con el apoyo del ejército al que colocó en todos los departamentos de la administración del estado, se aseguraba el control absoluto del gobierno. La consecuencia fue la modificación de la Constitución en 1927, prorrogando el mandato presidencial y el de senadores y diputados por otros seis años más sin necesidad de nuevas elecciones. Mientras acumulaba riquezas, Machado iba eliminando sistemáticamente enemigos y elementos subversivos. La situación llegó a tal extremo que se sucedían los asesinatos, atentados y manifestaciones. El ambiente era de guerra civil, agravado por la crisis de la Gran Depresión de 1929. El gobierno norteamericano de Roosevelt dejó de confiar en el general cubano, que acabaría perdiendo el apoyo del ejército. La noche del 12 de agosto Machado salía en vuelo para Nassau con seis maletas cargadas de oro, al día siguiente le seguiría su familia.

PRESIDENTES “MARIONETAS” DE BATISTA

La revolución de 1933 fue un levantamiento contra la clase política establecida. Se nombró a un presidente provisional, Céspedes, un funcionario sin ningún tipo de apoyo. Ante el desconcierto general, un grupo de sargentos encabezados por el sargento taquígrafo Fulgencio Batista, inició una revuelta que, con el apoyo de estudiantes y profesores universitarios, acabaría plasmado en el documento “Proclama de los Revolucionarios”. Batista se autonombraba coronel y se hacía con los mandos del ejército. Tipo astuto, supo tener la paciencia necesaria para tomar control de las fuerzas armadas y granjearse el apoyo de importantes figuras de la sociedad cubana. La anarquía y desconcierto no cesaba, no había acuerdos ni unanimidad en apoyar al gobierno de Grau que tras cuatro meses dimitió en favor de Carlos Hevia. Pocos días después Batista conseguía su propósito de instalar al coronel Mendieta como presidente. Tanto éste como los presidentes que le sucedieron, Barnet y Bru, a pesar de ser elegidos democráticamente, serían meras marionetas a las órdenes de Batista. Tras la promulgación de la Constitución de 1940, Batista se hizo cargo oficialmente de la presidencia del país, con el apoyo del partido comunista y el beneplácito de Estados Unidos.

GRAU Y PRÍO

GRAURamón Grau San Martín ganó las elecciones de 1944. Volvía al poder después de la revolución del 33 rodeado de muchos de sus colaboradores de entonces. La economía regresó a la senda del crecimiento, que el presidente se encargaría de dilapidar en obras costosas e inacabadas. El mercado negro se hizo dueño de la economía del país. De la ilusión se pasó a una profunda decepción por el daño que el presidente ocasionó a la nación. Carlos Prío, amigo de Grau, le sucedió en la presidencia. Amante tanto de la libertad como del lujo, mientras apoyaba movimientos liberadores en diversos países Latinoamericanos, se dedicaba a coquetear con los líderes del gansterismo cubano y con los placeres de la buena vida. Se dedicó durante su mandato a echar la culpa de todo lo que pasaba al anterior gobierno de Grau, que acabaría siendo juzgado por apropiación de 40 millones de dólares, bastantes menos de lo que en realidad había desfalcado. La corrupción sería el legado que ambos gobiernos dejarían y la excusa de un puñado de militares para reclamar la vuelta de Batista.

FULGENCIO BATISTA

img20170129_13464119Batista volvió al poder en 1952, con una sociedad cubana hastiada y enferma de tanta violencia y corrupción. El asalto al poder se hizo bajo la promesa de lealtad a la constitución, aunque su primera acción fuera suspender los derechos constitucionales. La máscara de la democracia encubría aunque con poco disimulo su talante de dictador. Se encargó de lanzar promesas de reformas populistas que le llevaron a afirmar que “los dictadores somos el pueblo y yo”. Promulgó un nuevo código constitucional, insultante para todos los partidos políticos que habían sido disueltos y ahora debían reorganizarse. Los complots para derrocar al dictador se sucedieron, pero Batista y su gobierno, gracias a su red de informadores, supo poner freno a todo intento golpista. Supo adivinar el peligro en los organizados y violentos grupos de estudiantes universitarios. Algunos de sus líderes acabarían siendo asesinados. Entre el movimiento revolucionario estudiantil surgiría la figura que cambiaría la historia de Cuba: Fidel Castro.

FIDEL CASTRO

FidelRaulEl padre de Fidel, Ángel Castro, había llegado a Cuba como miembro del ejército español en la guerra hispano-norteamericana. Finalizada la contienda, decidió establecerse en el oriente de la isla. A base de trabajo, sacrificio y algún que otro negocio poco honesto, conseguiría una posición holgada para su familia. Fidel crecería en el seno de una familia acomodada, lo que le permitiría estudiar en buenos colegios, recalando finalmente en la facultad de Derecho de La Habana. En la universidad, sus inquietudes revolucionarias encontrarían perfecto acomodo. Al poco de licenciarse, lideró el asalto al cuartel de Moncada en Santiago de Cuba. Fue un fracaso que acabó con decenas de muertos y sus huesos en la cárcel, pero sirvió para ganarse el respeto de los opositores a Batista y la admiración de muchos que vieron en él a un potencial líder. Tras 21 meses de cárcel, Fidel, su hermano Raúl y los pocos sublevados que sobrevivieron fueron liberados. Se trasladó a México donde conocería a Ernesto Guevara (Che Guevara). Desde allí partió de vuelta a Cuba en 1956 para iniciar el levantamiento que le iba a llevar al poder en 1959. Tipo inteligente, energético, vehemente y experto manipulador de la opinión pública, los cubanos vieron en él a una especie de mesías, el sucesor de José Martí. Tras dos años de vagas promesas democráticas, en 1961 Fidel revelaría la verdadera naturaleza de su revolución. El momento crítico de la Guerra Fría (convirtiendo a Cuba en protagonista y foco de atención mundial) llegaría con la crisis de los misiles de 1962, que a punto estuvo de ocasionar una confrontación nuclear entre las dos grandes potencias mundiales. Cuba pasaba a convertirse en régimen comunista y fiel aliado de la Unión Soviética. Desde aquel momento, eterno enemigo de Estados Unidos. Las consecuencias de este “juego” de poder: el exilio de miles de ciudadanos cubanos (más de 2 millones de cubanos han huido de la isla hasta la fecha). Cuando la URSS se desintegró, Cuba perdería su principal sustento económico e ideológico, pero Fidel supo resistir a esta debacle como último bastión comunista en Occidente, que como tal ha sobrevivido incluso a la muerte del dictador acaecida el 25 de Noviembre de 2016.

RAÚL CASTRO

Desde la primera intentona golpista de 1953, Fidel contó con su más fiel aliado y confidente en la figura de su hermano pequeño Raúl. A al sombra de la omnipresente figura de aquél, Raúl Castro cumplió con un siniestro cometido: se encargaría de eliminar toda oposición al régimen castrista bien por la vía de encarcelamiento o, en muchos casos, de la ejecución sumarísima. Nunca tuvo la brillantez, ni las cualidades o la proyección pública de Fidel o el propio Che Guevara, pero fue el perfecto brazo ejecutor del régimen desde su posición de Jefe de las Fuerzas Armadas. Debido al evidente deterioro físico y delicado estado de salud del comandante Fidel, en septiembre de 2008 Raúl era nombrado oficialmente Presidente del Gobierno de Cuba. Durante el tiempo que lleva gobernando la Isla, se han producido tímidos avances que han permitido una mayor actividad de la iniciativa privada en la deprimida economía cubana; El paso más significativo sería la reanudación, a partir de 2014, de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos tras más de 50 años de ruptura. Los cambios que ha experimentado Cuba bajo el mandato de Raúl, no hacen presuponer, a corto lazo, un giro dramático en la situación social y política de la Isla, por muchos años considerada la perla de las Antillas.